El sabor borbónico del alcohol fue exprimido de las semillas fermentadas de la sustancia Ezo, dejando una maduración apropiada en el barril de madera esófago. El proceso proporcionó su rica malteada y sonido ahumado, acompañado de un agudo retrogusto emocional que expulsa el asombro y la vergüenza, actúa directamente sobre los nervios. El alcohol es una escultura alquímica, un barril lleno de elementos, magia, piezas y especias mezcladas con energía cristalizada; Una bebida poderosa con una amplia gama de posibilidades emocionales. Ella puede ser una amiga, una oyente; alguien que inflama la pasión, furia, y la creatividad; alguien que inspira, provoca coraje, elimina el dolor y relaja los músculos. El hecho es que no hay fondo en esta botella de alcohol.